Agricultores de Coihueco y estudiantes de Santo Tomás fortalecen el conocimiento agrícola desde la experiencia y la academia.
Escrito por Radio Contigo el 10 de diciembre de 2024
Durante 4 meses una alianza interinstitucional permitió que agricultores de Prodesal Coihueco compartieran casos de cultivo en condiciones abiertas y controladas de tubérculos, hortalizas y verduras.
En un esfuerzo conjunto por integrar la experiencia práctica de los agricultores con los conocimientos académicos, estudiantes de la carrera de Técnico Agrícola de Santo Tomás sede Chillán trabajaron durante un cuatrimestre junto a agricultores del Prodesal Coihueco. Este proyecto, realizado bajo la línea de acción docencia vinculada, permitió abordar desafíos reales en el cultivo de tubérculos, hortalizas y verduras tanto en espacios abiertos como en ambientes controlados, brindando un aprendizaje bidireccional.
Una de las mujeres que participó en este trabajo bidireccional fue Jessica Lara, agricultora de Prodesal- Coihueco, quien compartió: “La experiencia ha sido maravillosa, porque estos chicos que apenas están comenzando con la agricultura lo han hecho muy bien, claro nosotros hacemos este trabajo desde hace mucho tiempo y lo hemos venido haciendo con lo que hemos aprendido en la vida, pero en ellos se notó el esfuerzo por lograr cultivar tanto en espacios abiertos como cerrados o lo que llaman controlados (invernaderos). Estoy muy contenta, porque nos invitaron a ser parte de este aprendizaje”.
Por su parte, Macarena Palma Sotomayor, jefa de carrera de Técnico Agrícola en el Centro De Formación Técnica, Santo Tomás, sede Chillán, pero además docente de la asignatura de cultivo y hortaliza de estación cálida, detalló con respecto a la actividad: “Hoy día desarrollamos la actividad día de campo, de esta asignatura, que trabaja bajo la línea de acción docencia vinculada, donde los estudiantes pudieron hacer en el mes de septiembre un diagnóstico a distintos agricultores y en función de las problemáticas presentada por estos, se establecieron ensayos en el centro demostrativo de la carrera”.
A esto sumo Palama Sotomayor que “este tipo de actividades son muy enriquecedoras para el crecimiento profesional de los estudiantes, ya que les permite vincularse con la comunidad, generar un espíritu crítico, capacidad de análisis y de esa manera poder demostrar en terreno lo que lo que ellos pudieron desarrollar y aprender”.
En tanto uno de los estudiantes que asumió este desafió fue Jeison Mora, estudiante del primer año de la carrera de técnico Agrícola, quien aseguró: “Fue una experiencia bonita porque nos enseñaron conocimientos que no sé dan en las circunstancias del aula”.
Durante este período, cada grupo de estudiantes dispuso de 10 metros cuadrados de terreno ubicados en el Liceo Bicentenario de Excelencia Agrícola de Chillán- Cato, divididos entre siembra en campo abierto y ambientes controlados. Cultivaron zapallo italiano, lechuga, pimentón, papa y acelga, siguiendo el ciclo completo desde la siembra hasta la cosecha.
Este tipo de alianzas no solo fortalece la formación académica de los estudiantes, sino que también impulsa el desarrollo agrícola local, fomentando el diálogo entre el conocimiento empírico y el científico.