Balance Hidrométrico del MOP: Ñuble presenta un superávit hídrico de un 66%.

El Ministerio de Obras Públicas, a través de su Dirección General de Aguas, dio cuenta del balance hidrométrico regional, con corte el 31 de marzo de este año. En materia de precipitaciones, Ñuble mantiene un déficit de un 34%, y caudales de ríos un superávit promedio de un 66% producto de las precipitaciones entre abril y agosto del año pasado. Pese a las cifras positivas, autoridades enfatizaron en que esto no deja atrás los más de 14 años de sequía producto del cambio climático.

El Secretario Regional Ministerial (Seremi) del Ministerio de Obras Públicas (MOP) Ñuble, Paulo De la Fuente, en compañía del director regional de la Dirección General de Aguas (DGA) del MOP, Marcelo Godoy, presentaron una actualización de la situación hidrométrica de la región, al 31 de marzo del presente año, que presenta un superávit hídrico de un 66%.

“Estamos entregando el balance Hidrométrico regional correspondiente a marzo de 2024 que elabora nuestra Dirección General de Aguas, hay noticias positivas dado que la condición hídrica de la región de Ñuble al 31 de marzo del 2024 tiene un superávit cercano al 66%. Qué significa condición hídrica, todas las estaciones de agua, cauces, embalses, dan un promedio de la condición hídrica de la región”, indicó el Seremi del MOP, Paulo De la Fuente.

La autoridad regional indicó que, en materia de precipitaciones, existe un déficit regional de un 34,2%, en la provincia de Diguillín es de un 49%, Punilla de un 30% y en Itata el déficit de precipitaciones alcanza un 8,2%. “Esto es un déficit estacional producto del proceso que llevamos en las últimas décadas. En cuanto a embalses, el embalse Coihueco tiene un sobrellenado de un 34% con respecto al periodo histórico. En caudales también tenemos un superávit cercano al 66% en todos los cauces naturales de nuestra región de Ñuble”, analizó De la Fuente Paredes.

Así, en términos generales las precipitaciones que cayeron entre abril y agosto del año pasado, permitieron reducir los déficits que se venían dando desde el año 2022 en la región. “Finalmente, referente a la temporada de riego, también tenemos un superávit promedio de un 66%, pero si comparamos la temporada septiembre a marzo de este año, ese superávit baja a un 52%”, agregó el SEREMI del MOP.

Desde la Dirección General de Aguas, el director regional, Marcelo Godoy, indicó que “este informe hidrométrico lo realizamos mes a mes para evaluar nuestra situación hidrométrica, donde si bien tenemos un superávit promedio de todos los elementos que lo componen, agua superficial, subterránea, acumulación de embalses y nieve, da cuenta de este 66% de superávit, sin embargo, tenemos precipitaciones que han sido menores, por lo cual debemos estar atentos a esta condición para este año”.

Red hidrométrica

La Dirección General de Aguas del MOP, posee en la región 76 estaciones de monitoreo para realizar este detallado informe. “Tenemos 76 estaciones hidrométricas de distinto tipo, más 23 puntos de monitoreo de calidad de aguas, son 26 estaciones fluviométricas que miden los caudales en cada uno de los ríos, tenemos 37 estaciones de meteorología para determinar las precipitaciones y otras condiciones climáticas, también tenemos 13 pozos repartidos en la región para poder monitorear el comportamiento de las napas, y también tenemos otras de calidad de agua para los ríos”, informó Godoy.

Por otra parte, el director de la DGA realizó un llamado a denunciar extracciones ilegales de agua. “La Dirección General de Aguas, permanentemente e incansablemente realizamos procesos de fiscalización logrando con esto llegar a todos los ciudadanos de la región, para poder actuar ante las denuncias que nos hacen, ya sea por la página web de la DGA o presencialmente. Prueba de ello es que el año pasado tuvimos un incremento histórico en las fiscalizaciones y multas cursadas, por ello insistimos en el llamado a denunciar”.

Finalmente, el seremi De la Fuente manifestó que “hoy podemos dar seguridad respecto del abastecimiento del consumo humano de agua, pero a pesar de las cifras en superávit que presentamos en la región, producto de haber tenido uno de los inviernos más lluviosos de la última década y los niveles de acumulación de agua se acercaron a una normalidad, no podemos descansar, ya que llevamos ya 14 años de una extensa y prolongada sequía que es un elemento estructural de nuestro clima y resultado del cambio climático”.