Frank Sauerbaum, Diputado por Ñuble: Desempeño de Sistema Tributario.
Written by Radio Contigo on 11 de noviembre de 2024
La Tax Foundation acaba de publicar los resultados de su evaluación de los sistemas tributarios de los distintos países de la OCDE. Como resultado de su evaluación, se ranquea una serie de variables relacionadas con la estructura de cada sistema tributario en base al grado de cumplimiento de dos aspectos: competitividad y neutralidad. Estos aspectos son importantes porque un sistema tributario mal estructurado dificulta y desincentiva el pago de impuestos, y distorsiona las decisiones económicas tanto de consumidores, como de trabajadores y productores, afectando el empleo, la inversión y el crecimiento, y reduciendo finalmente la recaudación fiscal. Un sistema tributario neutral y competitivo, al que Chile debiera apuntar, es aquel que obtiene la mayor cantidad de ingresos fiscales con las menores distorsiones económicas posibles, reduciendo así al mínimo el costo de generar estos ingresos. Para la permanente discusión tributaria que tiene Chile es fundamental entender que el real impacto de la política tributaria no se determina sólo en cuánto se recauda de impuestos, sino en su composición y en cómo se gastan. Por tanto, para una adecuada discusión de cualquier modificación tributaria se debe evaluar la coherencia y armonía de la estructura en su conjunto, y no aisladamente. En ese sentido, un análisis detallado de la evidencia internacional muestra que no existe una única realidad tributaria en los países de la OCDE, sino que se observa una interesante diversidad de estructuras, bases, tasas y, por tanto, cargas tributarias. Justamente por la dificultad de un adecuado análisis comparado al interior de la OCDE, es que la Tax Foundation construyó un índice (International Tax Competitiveness Index – ICTI) que ranquea desde el 2014 más de 40 variables relacionadas con la estructura del sistema tributario de los países integrantes del bloque. Las variables evaluadas se relacionan con cinco impuestos: i) corporativo; ii) individual; iii) consumo; iv) propiedad; e v) ingresos generados en el exterior. La reciente publicación del Índice de Competitividad Tributaria Internacional continúa mostrando que no se ha avanzado en mejorar las deficiencias en nuestra estructura tributaria. En particular, seguimos presentando problemas respecto de nuestro impuesto corporativo y en los ingresos transfronterizos. Asimismo, seguimos presentando fortalezas en el impuesto al consumo y en la inexistencia del impuesto al patrimonio. Avanzar en perfeccionamientos al sistema tributario se justifica porque un sistema mal estructurado dificulta y desincentiva el pago de impuestos, y distorsiona las decisiones económicas tanto de consumidores, como de trabajadores y productores, afectando el empleo, la inversión y el crecimiento, reduciendo así los recursos fiscales disponibles. Es fundamental reconocer que los tributos pueden generar efectos negativos en distintos sectores de la economía: en las personas (en su calidad de consumidor o trabajador), en las empresas (en su capacidad productiva) y en el mismo Estado (en su capacidad recaudatoria). Estos efectos deben ser tomados en cuenta por el Gobierno que ha anunciado que enviará una nueva reforma tributaria ya que un sistema mal estructurado dificulta y desincentiva el pago de impuestos, distorsiona las decisiones económicas tanto de consumidores, como de trabajadores y productores, afectando el empleo, la inversión y el crecimiento, terminando por reducir los recursos que la misma autoridad fiscal espera recaudar, tal como se ha demostrado en nuestra reciente historia tributaria.